Mi mundo se va desmoronando poco a poco, siento como tus miradas me rozan. Me llaman. Como cuchillos afilados... Como las espinas clavadas en la piel.
Pero es que cuando te tengo cerca soy capaz de todo y nada a la vez.
Me estoy perdiendo, no sé dónde me has escondido.
Y mi cuerpo dice hazlo, y mis ojos dicen ven, pero mi boca lo calla, ahogo el ruido que yo misma monto a tu alrededor...
Dime para qué has venido, si no es para estar conmigo. Dime por qué me sonríes si no es para que lo haga yo también.
Dímelo, aunque no lo sabes, pero me encanta escucharte. Sé que es diferente, contigo lo es.
Y es que espero impaciente el momento en el que pueda verte, y sentir tu respiración, aunque sean lejos, o que tus manos rocen otras, aunque no sean las mías...
Odio tu sonrisa, o quizá no. Es mucho más que eso. Debería ser mucho más que eso...
lunes, 31 de octubre de 2011
domingo, 30 de octubre de 2011
Algunas veces, todo es más difícil de lo que parece.
Quizá para ti no es tan importante. Pero porque no lo sabes...
Apoyo mi frente contra el cristal, está frío. Me encanta ver como llueve. Las gotas de agua se derraman de tal manera que parece que lo hagan mis ojos. En el fondo lo están haciendo.
Pienso que quizá esté ridícula así, pero necesito apagar esto.
No hago otra cosa que pensar, y llego a la misma conclusión. No puede ser.
Empiezo a formar parte de la misma idea, de lo que tanto he odiado siempre. No quiero pensar en lo que dirían los demás si lo supieran, pero no puedo evitarlo.
Esto es demasiado complicado, siento que cada vez me supero, y me supera, y me superas...
No sé si es que hago las cosas difíciles, creo montañas a mi alrededor constantemente, me tiro vasos encima, y de todas las piedras que me encuentro podría hacer un camino, el cuál no hago. Quizá me llevaría a ti, o me perdería aún más si te viera...
No quería que la situación se me fuera de las manos, pero al final no todo está tan controlado como quería. Lo siento, no quería que fueras tú, pero parece que hay razones que no puedo entender...
Apoyo mi frente contra el cristal, está frío. Me encanta ver como llueve. Las gotas de agua se derraman de tal manera que parece que lo hagan mis ojos. En el fondo lo están haciendo.
Pienso que quizá esté ridícula así, pero necesito apagar esto.
No hago otra cosa que pensar, y llego a la misma conclusión. No puede ser.
Empiezo a formar parte de la misma idea, de lo que tanto he odiado siempre. No quiero pensar en lo que dirían los demás si lo supieran, pero no puedo evitarlo.
Esto es demasiado complicado, siento que cada vez me supero, y me supera, y me superas...
No sé si es que hago las cosas difíciles, creo montañas a mi alrededor constantemente, me tiro vasos encima, y de todas las piedras que me encuentro podría hacer un camino, el cuál no hago. Quizá me llevaría a ti, o me perdería aún más si te viera...
No quería que la situación se me fuera de las manos, pero al final no todo está tan controlado como quería. Lo siento, no quería que fueras tú, pero parece que hay razones que no puedo entender...
viernes, 28 de octubre de 2011
Llegas, y te quedas.
Me atacan los nervios.
Empieza la confianza, las sonrisas de complicidad.
Quizás dependa más de mí que de ti. ¿Puedes creer que aún no sé de que color brillan tus ojos?
Tu sonrisa ahoga todo lo malo que pueda hundirme... Ya no sé que excusa inventar para mirarte.
Dime de qué forma interpreto todo lo que se me viene encima. Un día más formas parte de mí, de un modo u otro, y eso en cierta parte me consuela.
No sabía que pudiera llevar todo esto dentro.
El tiempo es inversamente proporcional a lo que siento, en este caso.
Sé que todo puede cambiar muy rápido, de la misma manera que vino, irse...
Empieza la confianza, las sonrisas de complicidad.
Quizás dependa más de mí que de ti. ¿Puedes creer que aún no sé de que color brillan tus ojos?
Tu sonrisa ahoga todo lo malo que pueda hundirme... Ya no sé que excusa inventar para mirarte.
Dime de qué forma interpreto todo lo que se me viene encima. Un día más formas parte de mí, de un modo u otro, y eso en cierta parte me consuela.
No sabía que pudiera llevar todo esto dentro.
El tiempo es inversamente proporcional a lo que siento, en este caso.
Sé que todo puede cambiar muy rápido, de la misma manera que vino, irse...
miércoles, 26 de octubre de 2011
¿Qué ha sido de ti todo este tiempo?
Empieza por sentarte. Vamos a dejar todo esto claro... Sabes que no me rendí. Dejamos demasiadas cosas por hablar durante todo este tiempo...
No me mires y te calles, no quiero silencios, aunque a tu lado no sean incómodos. Tus ojos me piden que los mire, o quizás eres tú el que lo pide a gritos... ¿Sabes? Nunca encontré a alguien con el que las palabras estén de más. Mira atrás, aunque sea sólo por un momento.
En el fondo lo siento, sé que no va a salir bien. Siempre tendré esto contigo. Los dos lo sabemos... Palma con palma, formamos parte de lo mismo. Somos uno solo.
Pero a veces, por mucho que nos cueste, debemos crecer separados, no porque queramos, si no porque está claro que la vida ha tenido otros planes para nosotros...
Quizá nos encontremos en otro sitio, pero recuerda, nunca ningunos ojos te mirarán de la misma forma en la que lo hicieron los míos...
No me mires y te calles, no quiero silencios, aunque a tu lado no sean incómodos. Tus ojos me piden que los mire, o quizás eres tú el que lo pide a gritos... ¿Sabes? Nunca encontré a alguien con el que las palabras estén de más. Mira atrás, aunque sea sólo por un momento.
En el fondo lo siento, sé que no va a salir bien. Siempre tendré esto contigo. Los dos lo sabemos... Palma con palma, formamos parte de lo mismo. Somos uno solo.
Pero a veces, por mucho que nos cueste, debemos crecer separados, no porque queramos, si no porque está claro que la vida ha tenido otros planes para nosotros...
Quizá nos encontremos en otro sitio, pero recuerda, nunca ningunos ojos te mirarán de la misma forma en la que lo hicieron los míos...
sábado, 22 de octubre de 2011
Paulo Coelho.
"Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos... Esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella... Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderéis siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y os impedirán,siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejareis de intentarlo…Os rendiréis y buscaréis a esa otra persona que acabaréis encontrando. Pero os aseguro que no pasaréis una sola noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más... Todos sabéis de qué estoy hablando, porque mientras estabais leyendo esto, os ha venido su nombre a la cabeza. Os librareis de él o de ella, dejareis de sufrir,conseguiréis encontrar la paz (le sustituiréis por la calma), pero os aseguro que no pasará un día en que deseéis que estuviera aquí para perturbaros. Porque,a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas,que haciendo el amor con alguien a quien aprecias..."
miércoles, 19 de octubre de 2011
Te quiero...es simple...
Hacía tiempo que no me sentía así...
Y llegas a la puerta de mi habitación, y la abres,... y claro, sé que eres tú. No podía ser nadie más.
Joder... cómo suena princesa de tu boca. Y eso que a mí nunca me gustaron esas chorradas...
¿Sorpresa? ¿Qué sorpresa? Me vendas los ojos, y siento como tus manos tiemblan bajo aquel pañuelo que sé seguro le has cogido a tu hermana... ¿A dónde vamos? Quiero perderme de una vez por todas...
La música del coche suena baja, el silencio no se interrumpe. Noto como me miras aunque no pueda verlo. Y sonríes, lo sé. Siento como el sillón de al lado vibra. De amor, cómo lo hace el mío...
Y sé que fuera hace frío, pero yo no lo siento cuando te tengo al lado. Quizá nunca enero me suene tan dulce...
Pasan las horas, volando, incluso es que noto como cada segundo me llama, cada segundo me dice que estoy un poquito más cerca de ti...
De pronto paramos... Abres mi puerta, me tomas en brazos... parece que estoy volando. Hasta tú lo notas, esto es magia. Me quitas los zapatos, y me bajas, siento algo bajo mis pies... es arena helada. De pronto tus manos pasan a ser aquel pañuelo. Y poco a poco dejas que mis ojos vean... y te vean.
¿Qué es ésto? Esto es de los dos, para ti, para mí... La playa en invierno sabe mejor. Siento como los cristales de sal de tus labios se rompen contra los míos... Dulce sabor salado.
Contigo todo es diferente...
Y llegas a la puerta de mi habitación, y la abres,... y claro, sé que eres tú. No podía ser nadie más.
Joder... cómo suena princesa de tu boca. Y eso que a mí nunca me gustaron esas chorradas...
¿Sorpresa? ¿Qué sorpresa? Me vendas los ojos, y siento como tus manos tiemblan bajo aquel pañuelo que sé seguro le has cogido a tu hermana... ¿A dónde vamos? Quiero perderme de una vez por todas...
La música del coche suena baja, el silencio no se interrumpe. Noto como me miras aunque no pueda verlo. Y sonríes, lo sé. Siento como el sillón de al lado vibra. De amor, cómo lo hace el mío...
Y sé que fuera hace frío, pero yo no lo siento cuando te tengo al lado. Quizá nunca enero me suene tan dulce...
Pasan las horas, volando, incluso es que noto como cada segundo me llama, cada segundo me dice que estoy un poquito más cerca de ti...
De pronto paramos... Abres mi puerta, me tomas en brazos... parece que estoy volando. Hasta tú lo notas, esto es magia. Me quitas los zapatos, y me bajas, siento algo bajo mis pies... es arena helada. De pronto tus manos pasan a ser aquel pañuelo. Y poco a poco dejas que mis ojos vean... y te vean.
¿Qué es ésto? Esto es de los dos, para ti, para mí... La playa en invierno sabe mejor. Siento como los cristales de sal de tus labios se rompen contra los míos... Dulce sabor salado.
Contigo todo es diferente...
martes, 18 de octubre de 2011
Trenzas en el agua éramos...
Tú y yo en el tiempo, los dos congelados.
Tú y yo en un rio, los dos abrazados.
Tú y yo en Escocia.
Tú y yo en el mismo sofá.
Tú y yo en la cama.
Tú y yo en el mar.
Tú y yo en la primera estación.
Tú y yo, la primera maqueta.
Tú y yo en un rio, los dos abrazados.
Tú y yo en Escocia.
Tú y yo en el mismo sofá.
Tú y yo en la cama.
Tú y yo en el mar.
Tú y yo en la primera estación.
Tú y yo, la primera maqueta.
lunes, 17 de octubre de 2011
Reflexionando...
Qué triste sería la vida sin preguntas, sin metas... Sin ganas, sin nada.
Dime qué es la realidad para ti...
Dime si existe. Qué es lo qué ves... Hay más de seis mil millones de realidades distintas. Una por cada uno. Incluso algunos llevan más. Cada día nacen unas nuevas, y otras se deshacen. Unas cambian, otras se estancan...
Es tan difícil todo...
Cada mañana abro los ojos a la misma hora, me miro al espejo, y me pregunto cuál será mi realidad hoy. No pienso en la de mañana, y sí en la de ayer, no sé por qué, supongo que serán cosas que cada uno lleva dentro. Las horas pasan demasiado deprisa, y me falta tiempo para todo.
Últimamente pienso en si realmente lo que voy a vivir hoy es lo que quiero, es lo que siento. Y cambio mi realidad día sí, día también. Esto es un no parar...
Me estoy dando cuenta de que todo ha cambiado, de que me pregunto cosas que ni yo misma me puedo responder, que a veces ni me soporto, ni sé cómo veo las cosas, no sé ni como me siento, no sé ni que debo hacer. Soy capaz de quedarme embobada mirando a cualquier punto, y sin saber en qué pienso.
Pero no sé por qué, me siento tan bien,... después de tanto tiempo. Aunque no lo parezca, aunque no lo demuestre. En el fondo lo siento, y me siento...
Plantéate todo lo que has vivido. Lo que haces, lo que ves, lo que vives, y cómo. Mira de qué forma llevas las riendas de tu vida. Un día te levantarás y te dirás que tu realidad no puede seguir así. Difusa. Y quitarás todo ese ruido que te impide escuchar qué te está diciendo esa voz que todos llevamos dentro, y que nos dice lo que somos, y lo que en el fondo queremos, aunque no seamos conscientes de ello.
Porque sí señoras y señores... un día todo cambia, no son cuentos chinos.
Dime qué es la realidad para ti...
Dime si existe. Qué es lo qué ves... Hay más de seis mil millones de realidades distintas. Una por cada uno. Incluso algunos llevan más. Cada día nacen unas nuevas, y otras se deshacen. Unas cambian, otras se estancan...
Es tan difícil todo...
Cada mañana abro los ojos a la misma hora, me miro al espejo, y me pregunto cuál será mi realidad hoy. No pienso en la de mañana, y sí en la de ayer, no sé por qué, supongo que serán cosas que cada uno lleva dentro. Las horas pasan demasiado deprisa, y me falta tiempo para todo.
Últimamente pienso en si realmente lo que voy a vivir hoy es lo que quiero, es lo que siento. Y cambio mi realidad día sí, día también. Esto es un no parar...
Me estoy dando cuenta de que todo ha cambiado, de que me pregunto cosas que ni yo misma me puedo responder, que a veces ni me soporto, ni sé cómo veo las cosas, no sé ni como me siento, no sé ni que debo hacer. Soy capaz de quedarme embobada mirando a cualquier punto, y sin saber en qué pienso.
Pero no sé por qué, me siento tan bien,... después de tanto tiempo. Aunque no lo parezca, aunque no lo demuestre. En el fondo lo siento, y me siento...
Plantéate todo lo que has vivido. Lo que haces, lo que ves, lo que vives, y cómo. Mira de qué forma llevas las riendas de tu vida. Un día te levantarás y te dirás que tu realidad no puede seguir así. Difusa. Y quitarás todo ese ruido que te impide escuchar qué te está diciendo esa voz que todos llevamos dentro, y que nos dice lo que somos, y lo que en el fondo queremos, aunque no seamos conscientes de ello.
Porque sí señoras y señores... un día todo cambia, no son cuentos chinos.
sábado, 15 de octubre de 2011
La verdad es que no sé que hacer...
Ni contigo ni sin ti...
Me has hecho ver que tengo que andar deprisa. Pero no tanto como para ver el mar a dos kilómetros. Ni tan lento como para sentir cada paso en el asfalto...
Tus ojos avellana me pueden... Cientos de sensaciones que afloran en mi piel.
Odio verte, odio tenerte. Odio hablar contigo, odio no hacerlo.
Sé que de cada tres palabras que digo cuatro son contradictorias, pero no sé que puedo hacer. Qué más. Porque esto ya me ha sobrepasado demasiadas veces.
Creo que no tengo el poder de tomar una decisión, y tampoco quiero que lo hagas tú. Tengo miedo de cómo puede sonar.
Supongo que el tiempo me dará la razón, o a ti, quién sabe. Pero esto ya tiene que terminar, aunque no sea el momento. Aunque tenga demasiadas cosas en la cabeza.
A veces cuesta hacer uso de razón. Pero sé que se me está haciendo más llevadero...
No te tengo, pero tampoco dejo de tenerte...
Me has hecho ver que tengo que andar deprisa. Pero no tanto como para ver el mar a dos kilómetros. Ni tan lento como para sentir cada paso en el asfalto...
Tus ojos avellana me pueden... Cientos de sensaciones que afloran en mi piel.
Odio verte, odio tenerte. Odio hablar contigo, odio no hacerlo.
Sé que de cada tres palabras que digo cuatro son contradictorias, pero no sé que puedo hacer. Qué más. Porque esto ya me ha sobrepasado demasiadas veces.
Creo que no tengo el poder de tomar una decisión, y tampoco quiero que lo hagas tú. Tengo miedo de cómo puede sonar.
Supongo que el tiempo me dará la razón, o a ti, quién sabe. Pero esto ya tiene que terminar, aunque no sea el momento. Aunque tenga demasiadas cosas en la cabeza.
A veces cuesta hacer uso de razón. Pero sé que se me está haciendo más llevadero...
No te tengo, pero tampoco dejo de tenerte...
viernes, 7 de octubre de 2011
Really?
Empieza a cobrar sentido.
Poco a poco, todo a mi alrededor. Dejo de dar vueltas. O quizás es mi cabeza quién lo hace.
Todo se vuelve nítido de repente.
Y ahora sé que es cierto. Que de pronto llega una persona, que ordena ese caos en el que estaba inmersa tu cabeza. Pensamientos esparcidos, que formaban mi realidad inexacta...
No sé si con más intención o no, no sé quien te manda, no sé nada. No sé qué quiero sentir. Dejar atrás las reglas, perder el control. Qué más dará lo que digan. Demasiado complicado no pensar.
Sé qué es difícil, cada paso adelante lo es. Ahora, si lo das atrás, es un error. Quiero intentarlo.
¿Has mirado alguna vez a alguien a los ojos y has sentido que lo has conocido de siempre? Pues es así. Yo ya te había visto antes. Yo ya había sentido esto antes.
Yo ya te había querido antes...
O eso creo.
Poco a poco, todo a mi alrededor. Dejo de dar vueltas. O quizás es mi cabeza quién lo hace.
Todo se vuelve nítido de repente.
Y ahora sé que es cierto. Que de pronto llega una persona, que ordena ese caos en el que estaba inmersa tu cabeza. Pensamientos esparcidos, que formaban mi realidad inexacta...
No sé si con más intención o no, no sé quien te manda, no sé nada. No sé qué quiero sentir. Dejar atrás las reglas, perder el control. Qué más dará lo que digan. Demasiado complicado no pensar.
Sé qué es difícil, cada paso adelante lo es. Ahora, si lo das atrás, es un error. Quiero intentarlo.
¿Has mirado alguna vez a alguien a los ojos y has sentido que lo has conocido de siempre? Pues es así. Yo ya te había visto antes. Yo ya había sentido esto antes.
Yo ya te había querido antes...
O eso creo.
martes, 4 de octubre de 2011
Las verdades duelen.
Que con el tiempo nos mostramos como somos. Sí, es demasiado fácil fingir. Sonrisas por doquier en un principio, realismo en tu cara durante más tiempo a medida que pasan los abrazos. Maldita confianza la nuestra.
Siempre te he dado todo, no pedía nada a cambio (aunque tú creyeras que sí). Y claro, si lo das todo, pues pasa que te quedas sin nada, lógico.
¿Sabes qué te pasa? Que tienes miedo, miedo de que alguien te demuestre que verdaderamente está por ti, que no quiere solo tus sonrisas y tus días soleados, también quiere que le atormentes con tus truenos y relámpagos.
Hoy he vuelto a robar una de esas miradas tuyas. Cuando no debería ser así.
Pensé que echaría de menos no tenerte a diario, aunque la diferencia tampoco sería muy grande a los últimos meses.
No te pienso. No porque no quiera, si no porque no debo. Por fin, de una manera u otra, puedo decir que me da igual que estés aquí. Indiferencia por donde quiera que pases, me da igual si estás a mi derecha o a mi izquierda, si me miras, si me guiñas un ojo, o los dos.
Siento haberte regalado tantas cosas, no te las voy a reprochar, pero tampoco vuelvas a esperar nada de mí.
No quiero volver a engañarme a mí misma. Como duele darse cuenta de la realidad...A veces hay que despertar a tiempo. Porque puedes llegar tarde.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)