martes, 29 de noviembre de 2011

Demasiado rápido.

Deja atrás las decisiones precipitadas. No dejes que te tomen. Soy yo la que debería buscarlas, y mírame, aquí me tienes. Las cosas no han cambiado en mí. Siguen atacándome los nervios, el miedo me pilla desprevenida, las lágrimas no cesan, pero ya sabes que esto siempre será así. A cambio te prometo miles de apretones de labios, sonrisas que explotan por no poder callarlas y hasta que me canse de intentos de mirarte mal, pero que sé que no pasará. El tiempo pasa demasiado deprisa, pero porque estás aquí, así que ya sabes que tienes qué hacer. Llévame a la locura, que sé que me está esperando. Pero no quiere verme si tú no vas a mi lado. Que lo sé yo, que me llama por las noches. Y a ti te grita por aparecer cada primavera, que sabe que esta vida es demasiado efímera. Ya sabes qué te prometo, no hace falta que digas nada. Ven y arráncame la mirada.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Sabes de lo que te hablo.

Y pasa el tiempo. Y recuerdo aquellas tardes de invierno hechas de recuerdos de verano, efímeras por ciertas voluntades ajenas a los dos. Aprendiendo que esto es más que un paseo, es el destino, alguien lo escribió para nosotros. Y yo lo hice para ti. Siento esto como una mera suma de hechos contradictorios, mira a dónde vamos a parar. Nadie lo sabe. Y en uno de esos pocos descansos que creía poder permitirme, me enseñaste a tomarme un respiro, para cada vez que lo necesitara. Un abrazo de consuelo para cuando las lágrimas no me dejarán ver más allá de los recuerdos que impregnan estas páginas que estoy deseando romper, olvidar. Que echen a volar... Y en otras tantas paradas te conocí, te perdí, te busqué sin remedio y sin logro alguno. Mi corazón está vacío, y se llena a la desesperada, a veces sin entenderse ni él mismo. Mi propio yo... No quiero conocer lo que me espera, aunque no haya sido consciente hasta hace poco de a dónde hemos llegado. Y con quién. No sé como vivir esto, y reconoce por una vez que tú quieres estar bien, a mi lado, déjate de ideas infundadas en el no saber, que las bocas hablan sin saber. No lo eches todo a perder, una vez más.

martes, 22 de noviembre de 2011

Que vuelen las horas.

Hoy tenía ganas de escribir sobre ti. Pero lo siento, no tengo tiempo para tenerte en mi cabeza. Me faltan horas al día, se me pasa todo volando, es como un visto y no visto. No tengo tiempo ni de verme, ni de pensar en mí, y en los dos, y eso me abruma, no sabéis cuanto...
Siempre había estado acostumbrada a tener demasiado tiempo para mí, que aunque suene egoísta, es lo importante, pero esto ha pegado un giro de 360 grados. Dentro de la monotonía cada día es uno nuevo, pero todo va demasiado deprisa. Echo de menos la rutina. Mi despertador suena demasiado temprano, y mis ojos se cierran demasiado tarde. Mi mente ya no sabe en qué pensar, y se me escapan las ideas antes de que me de cuenta... Supongo que son épocas, pero joder, cómo pasan los años, y como se nota.
Como cambian las cosas, y cuando te das cuenta, ¿en qué piensas?
Antes de que me pare a pensarlo, será mañana. Antes de que diga buenos días, esto ya habrá acabado.

lunes, 21 de noviembre de 2011

¿Puedo decirte algo?

Párate a pensarlo. Nunca sabes quién puede hacerte feliz. Ni en qué momento. Ni nada sobre lo que le rodea. Es hora de luchar contra todos estos impedimentos, que te llaman constantemente. No los dejes entrar. No mires a tu alrededor. No hace falta. Es suficiente con esto. Contigo. Ya sabes a quién me refiero. Así que para de buscar, sabes qué es lo que quieres, y lo mejor es que yo también. Haz una vez más las cosas fáciles. Tienes esa capacidad... Aunque esto no lo sea. Podría haber estado en aquel concierto que tanto nombras, saltando contigo, chillando como una loca más, euforia en estado puro. También podría haber estado en aquella cola de supermercado, donde tantas miradas robabas y cruzabas. O fumando a tu lado, en el frío de aquella tarde donde la niebla no dejaba ver nada más que no fuera yo, aunque no era más que un espejismo. Sé que me estabas esperando. Yo te buscaba. Pero no. Mírame, estoy aquí. No sé si lo sabrás. 
¿No es esto suficiente para ti?
Parece que no, aunque desearía que fuera así.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Se alejaba de lo real...

Le pedí tiempo al tiempo, aun sabiendo que es del único imposible que podíamos hablar. Prometo no volver a confiarme, en el fondo sabía a dónde me llevaría todo esto. Perdóname. Perdóname por querer que esto saliera bien. Pasé de buscar lo perfecto a encontrar miles de errores en todo lo que hacía. Mira en qué punto nos encontramos. ¿Es el final? Dime que no.
Nunca pensé que todo pudiera haber sido mentira. Eras lo único bueno que tenía en todo esto, recuérdalo...
Ahora no sé dónde ir. Mire donde mire, te veo a ti, y a tus incansables defectos. Cada vez estaba más claro. Eras tú. Pero déjame decirte algo. Todo era demasiado bonito para ser verdad. Real. Quisiera que me quedara el consuelo de que podrá ser, ahora te toca decidir a ti, mi tiempo de pensar terminó. Cara o cruz.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

I don't know it...

Contigo no sé como hacerlo. Si te miro, porque te miro, y si no, porque no lo hago. Mido mis palabras, no sabes cuanto, ni siquiera sé en que forma mirarte, incluso me da miedo que me brillen los ojos, ¿qué se te pasaría por la cabeza? No puedo evitarlo, parece que estoy siempre a la defensiva, pero ya sabes que los amores reñidos son los más queridos. Si me cruzo de brazos es por controlar el impulso de lanzarme a ti, aunque otras tantas también sea por evitar matarte de algún modo. Me descontrolas, y no sé hasta que punto puede ser bueno eso. Nervios a flor de piel, demasiados impulsos, aún queda mucho por resolver. Si aprieto los labios, siento no ser tan directa, es por reprimir en cierto modo todo lo que hablaría. Explotar no es lo bueno, pero sacas lo peor y lo mejor de mi, en cierta manera, y en dosis diferentes... una bastante más pequeña que la otra.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Addiction.

Sé que no hay forma posible de saber como acabará esto. Odio que me hagas tantas preguntas, sabes que no me gusta pensar.
Tampoco fui nunca buena dando respuestas, dudo que sea buena realmente en algo, pero mira como están las cosas, quién nos lo iba a decir.
Cada vez que te miro encuentro algo nuevo que no me gusta, pero es una nueva forma de engancharme a ti, no te haces una idea de cuanto tengo que aguantar por saltar a tus brazos. Sé que lo estás deseando, pero seguro que no más que yo.
No demuestro las cosas, quizá te pierda. O cada día vayamos a más.
Déjate esos vicios, ven, y engánchate al mío...

domingo, 13 de noviembre de 2011

¿Qué soy yo para ti?

Aprende que es simple. 
Todo lo que te rodea lo eliges tú. Consciente o no. Creo que en mucho tiempo, me encuentro en el punto exacto donde tenía que estar. Quizá sea tarde para librarme de ciertos lastres que marcan algunos días oscuros en mi historial. Sí, sigo pensando que el tiempo me limita, a pesar de que los demás digan que no es así. 
Realmente, sé que es difícil tomar decisiones, pero llegó un punto en el cual mi cabeza necesitaba explotar. No quiero volver a tachar días, a recordar fechas. y que todo tenga demasiado sentido.
Creo que todo es mucho más fácil que eso. Siento ser consciente de que mis ideas de acercar todo a la perfección no se cumplirán, que la vida no es de color de rosa, de hecho, es de todos menos de ese color. De miles de proyecciones de él, y de las diferentes luces que pasan por los ojos de todo cuanto me rodea. 
Hace tiempo que dejé de darle tanta importancia a las cosas. Quizá no se cumpla todo lo que esperaba, de hecho tengo demasiadas expectativas, pero todo sigue, ya no se estancan los hechos, y sé que costará mucho que lo vuelvan a hacer. Creo que la felicidad existe, pero no somos conscientes de ella.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Aquello que arma mucho estruendo, no suele dejar eco.

No sabía como sentirme.
Sé que cuando te miro no me hace falta nada más.
Algo me dice que haga de tu vida la mía. Que la coja para siempre, aunque sea mucho tiempo. O en nuestro caso poco.
Porque los dos sabemos como están las cosas. Ver tu sonrisa me consuela y me disipa cualquier duda, lo tengo claro.
No quiero aceptarlo, no sabía que pensar. Creo que esta ha sido la prueba de fuego para los dos. Tenemos todo en nuestra contra, pero siempre hace más el que quiere que el que puede.
Si dejamos que esto vaya a más, no sé que podría pasar. Pero prefiero correr el riesgo. A pesar de todo, no puedo evitar ser yo misma estando conmigo, aunque tenga el cuerpo lleno de nervios, tirite de frío, y se mezclen las dos cosas. Menuda combinación. Pero ahí estabas tú, y no podía sentir nada más. Y creo que eso no lo puede cambiar nadie.
Me da igual que mi mente diga que no lo haga, vamos a hacer oídos sordos por una vez.

martes, 8 de noviembre de 2011

Y te averguenzas...

No puedo mirarme a los ojos. Pero es que mi sombra en el espejo me persigue... Tengo delante de mí aquello que tanto esperaba.
No sé cuantas veces he soñado con ello, no diré que he derramado lágrimas, porque el tiempo me ha enseñado que no es lo importante. Que no es lo que me merezco, que todo ha pasado...
Es increíble como he pasado página, de que modo, con que rapidez... Y ahora parece que esto no es lo que quiero.
Siendo sinceros, y realistas, sé que me da miedo. A sentirte de verdad. A verte todos los días y que me saques de todos los pozos en los que caigo...
Pero no sé si dar un paso al frente, o quedarme como estoy.
Dudas, y más dudas. Está claro que yo estoy echa para eso, para dudar, dudar... y volver a dudar si no lo había hecho antes. Creo que mi tiempo ha llegado, que por fin tendrás mi mano, que el frío del invierno ya no llamará más a mi corazón desnudo... Y si lo hace, tú estarás para protegerme de ello. No quiero volver a navegar en estos mares, que no sé dónde me llevan. A caer.


Que no hay un tiempo determinado para ser felices... Sólo puedo decidirlo yo. Di: ¡ya!
Suena el tiempo, y no se para.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Es tiempo de ser felices.

Últimamente no sé sobre qué escribir... No me salen las palabras.
Si soy sincera, creo que estoy tan bien, que ni yo misma me lo creo. Harta de tantas subidas y bajadas, mi montaña rusa particular ha decidido parar, y bien alto, donde mi pelo se mueve, como las hojas de los árboles caen en otoño, de manera suave, precisa... Donde tengo frente a mí todo lo que quiero, como el cielo abierto, como cientos de oportunidades nuevas que llaman a mi puerta. Y sí, soy yo quien decide si abrir o no. Si mirar por la mirilla, si hacer como que no estoy...
He aprendido que los cambios siempre son buenos, da igual como los veas, párate a pensarlo. 
Ya sé que cada día es una oportunidad nueva de ser feliz, que depende de mí, solamente. Y es lo que intento llevar a la práctica. Aunque sea difícil, porque sé que no todo es tan fácil como parece.
Pero quiero intentarlo. No sé si hoy o mañana. Aun no lo sé.
Lo único que puedo decir, es que me gustaría dejarme llevar, debería permitírmelo a mí misma, pero esto es demasiado complicado. O quizá soy yo la que lo hace así...