Empieza por sentarte. Vamos a dejar todo esto claro... Sabes que no me rendí. Dejamos demasiadas cosas por hablar durante todo este tiempo...
No me mires y te calles, no quiero silencios, aunque a tu lado no sean incómodos. Tus ojos me piden que los mire, o quizás eres tú el que lo pide a gritos... ¿Sabes? Nunca encontré a alguien con el que las palabras estén de más. Mira atrás, aunque sea sólo por un momento.
En el fondo lo siento, sé que no va a salir bien. Siempre tendré esto contigo. Los dos lo sabemos... Palma con palma, formamos parte de lo mismo. Somos uno solo.
Pero a veces, por mucho que nos cueste, debemos crecer separados, no porque queramos, si no porque está claro que la vida ha tenido otros planes para nosotros...
Quizá nos encontremos en otro sitio, pero recuerda, nunca ningunos ojos te mirarán de la misma forma en la que lo hicieron los míos...
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