lunes, 31 de octubre de 2011

Como un pájaro que no sabe volar...

Mi mundo se va desmoronando poco a poco, siento como tus miradas me rozan. Me llaman. Como cuchillos afilados... Como las espinas clavadas en la piel. 
Pero es que cuando te tengo cerca soy capaz de todo y nada a la vez.
Me estoy perdiendo, no sé dónde me has escondido.
Y mi cuerpo dice hazlo, y mis ojos dicen ven, pero mi boca lo calla, ahogo el ruido que yo misma monto a tu alrededor...
Dime para qué has venido, si no es para estar conmigo. Dime por qué me sonríes si no es para que lo haga yo también.
Dímelo, aunque no lo sabes, pero me encanta escucharte. Sé que es diferente, contigo lo es. 
Y es que espero impaciente el momento en el que pueda verte, y sentir tu respiración, aunque sean lejos, o que tus manos rocen otras, aunque no sean las mías...
Odio tu sonrisa, o quizá no. Es mucho más que eso. Debería ser mucho más que eso...

1 comentario: