martes, 27 de diciembre de 2011

No queremos ser como los demás.

Tú y yo en un coche en pleno invierno
Tú y yo empapados en un portal
Tú y yo pasando por un mal momento
Disimulando a ver quien puede más

Tú y yo de marcha somos un trueno
Tú y yo en la cama un volcán
Tú y yo hacemos lo que queremos

Tú y yo cansados de tanto tiempo
Tú y yo salidos en un bar
Tú y yo mintiendo cada momento

domingo, 25 de diciembre de 2011

Contigo, por favor.

He saboreado un casi adiós que parecía completo, en estas fechas en las que deseaba ver las luces de las calles a tu lado, comer castañas paseando por la gran vía, sentir tus brazos en el poco frío que aquí hace, comernos un yogur helado que tanto nos gusta. Los ojos se me vaciaban y las sábanas flotaban sobre el agua, no quería ni hablarte, pero no podía evitarlo. Las palabras necesitaban salir de mi boca (incluso más de mi mente, o de mi corazón quién sabe). No quería que esto llegara a tanto, incluso estaba convencida de que no era así. Me he hecho la fuerte más que nunca para intentar mostrar una parte de mí que sólo tu sacas. No me hagas esto más, por favor, al menos no ahora...

jueves, 22 de diciembre de 2011

Cuando el amor acaba...

Recuerda que nunca se cierra una puerta sin que se abran miles más. Y si no, pues serán ventanas, o desgarras la pared con tus manos. Todo es posible. Sé que es difícil, en el momento que una persona pasa de ocupar un cuarto de tu corazón a tirar todos los tabiques, todo cambia. Y más aún cuando el amor acaba. Pero muchas veces el dolor es mayor que el propio sentimiento, y se pasa de un todo total a un todo que queda en la nada. No quiero decir que no se quiera, sino que a veces, no se ha nacido para estar juntos. Y la palabra destino toma más importancia que nunca...

martes, 20 de diciembre de 2011

¿Es ese el problema?

Está claro que soy la persona con más dudas que conoces, que derrocho inseguridad y miedo por cada poro de mi cuerpo, que se me escapa la energía de las manos porque no sé concentrarla para que esto vaya mejor, que mi boca es una contradicción constante y miles de cosas que hacen que vayamos a peor en mi cabeza, y en tu corazón. Pero sabes desde el principio que no puedo prometerte nada, y que cada inseguridad es una forma de darme cuenta de lo real. Quizá te canses o para ti el tiempo pase demasiado rápido, tampoco puedo pedirte que sea diferente. Así que una vez más, aquí me tienes, siguiendo sin saber que hacer de ti y de mi.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Cosas sin sentido.

No sentirte lo suficientemente bien. Ir cayendo poco a poco y no saber como salir. Llorar por nada. Sonreír también, pero esta vez a nada. 
Es difícil dejar que nada te hunda, decírselo a uno mismo cuando se sabe en que situación se está, y el por qué de todo eso. Aunque sean cosas simples. Sin importancia. Los problemas no existen hasta que no les otorgamos el valor de serlo, el matiz de importancia que hace que pasen de estar en el aire a tu cabeza.
Las preocupaciones no existen, sólo personas que han pasado de vivir en lo real a nadar incluso en vasos vacíos.
No debo dejar que todo esto me pueda, la verdad es que pasamos demasiado tiempo en el suelo mirando hacia arriba y distorsionando todo lo que hay, en lugar de plantar cara y no pensar tanto en cosas que no merecen la pena y que ni siquiera están (o sólo en nuestras cabezas). Quizás el problema resida ahí, abrazemos a lo espontáneo y no lo dejemos escapar jamás. 

jueves, 15 de diciembre de 2011

Tenía tantas ganas como miedo.

-Tú no sabes lo que quieres...
+Tienes razón. No sé lo que quiero. Tengo miedo de sufrir,tengo miedo de...
-Tienes miedo de crecer.
+Tengo miedo a que te vayas...

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Dolor y felicidad, cogidas de la mano.

La vida acaba enseñando que el dolor es temporal. Y ninguno se puede igualar.
Sabemos lo que es, porque se aleja de aquello a lo que llamamos felicidad. Y tendemos a relacionar la felicidad con ausencia de dolor. No nos equivoquemos. Porque uno, no va sin el otro.
Si no se sufriera, si los problemas no nos azotaran, si la cabeza algún día dejara de dar vueltas a tantas cosas... no volverías a saber que es eso de ser feliz, ni a hablar de él.
Lo que duele no tiene por qué ser malo, ni lo que nos hace sonreír, bueno. Lo que sí es cierto es que las verdades duelen, y el paso más importante es aprender a aceptarlas. Prefiero palabras sinceras a sonrisas que me destruirán poco a poco. 
Y todos tenemos nuestros más y nuestros menos, y tenemos momentos que deseamos que pasen rápido. Y otros que nos gustaría parar el tiempo, lo cuál es imposible, porque es algo lineal. Sólo podríamos ir hacia delante. Así que ya se sabe, continúa, piensa que lo que eres, es así por el dolor temporal y que aunque la felicidad plena e infinita no se pueda alcanzar, el camino nos enseña a quitarnos las vendas de los ojos, a llorar y a sufrir por lo que merece la pena, y que el tiempo acaba dando todas las respuestas.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Sabéis de lo que habla.

"El miedo es como la familia, que todo el mundo tiene una, pero aunque se parezcan, lo miedos son tan diferentes y tan personales, como pueden serlo todas las familias del mundo. Hay miedos tan simples como desnudarse ante un extraño, miedos con los que uno aprende a ir conviviendo. Hay miedos hechos de inseguridades, miedo a quedarnos atrás, miedo a no ser lo que soñamos, a no dar la talla. Miedo a que nadie entienda lo que queremos ser. Hay miedos que nos va dejando la conciencia, el miedo a ser culpables de lo que les pase a los demás, y también el miedo a lo que no queremos sentir, a lo que no queremos mirar, a lo desconocido. Como el miedo a la muerte, a que alguien a quien queremos desaparezca. Y hoy he escuchado a un señor en la tele, un señor encantador, que decía que la felicidad es la ausencia de un miedo. Y entonces me he dado cuenta de que últimamente, yo ya no tengo miedo. Librarse del miedo es como quitarse la ropa delante de alguien, a veces cuesta, pero cuando empiezas lo único que tienes que hacer es seguir, sin dudar, y de repente te das cuenta de que el miedo ya no te pertenece, ha desaparecido, como esa ropa que un día dejas de usar." LHDP.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Qué más da.

Vale. Puede ser que cuando él había nacido, ella era una simple promesa e ilusión en unas mentes jóvenes que empezaban a amarse. Que cuando ella lloraba y se arrastraba por el suelo, él empezara a jugar al fútbol, y las manchas del césped se apoderaran de sus camisas todas las tardes. También es posible que cuando ella dejara la guardería, él se vistiera de marinerito. O que cuando ella jugaba con sus muñecas, él ya empezara a ver a las niñas como eso, simples muñecas.
Quizá cuando ella iba al cine con sus amigas hasta las ocho, él ya estaba cansado de tanta fiesta, de tanto desfase, de tanto todo. Pero todo eso daba igual. Cuando estaban juntos no podían pasar el uno sin el otro, ella seguía teniendo los mismos nervios del primer día, y a pesar de tantas diferencias, eran como un puzzle que encajaba a la perfección. Y eso era lo que realmente importaba.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Deshojando margaritas.

Tarde o temprano tendría que enfrentarme a esto. No me gustan las miradas de esa gente, ni lo que dicen tan bajito. Date cuenta, no quieren que los escuchemos. Pero me da igual. Ahora lo único que importa es el momento, que estemos tú y yo, que pase el tiempo volando, que sigan las tardes y vengan miles más. Vale la pena dejar todo eso atrás. Siempre me había importado demasiado, pero que bonito es vivir con amor. No saben lo que se pierden. Deberían salir y buscarlo, y gritar si no lo encuentran. Y ya hablo de amor... No, no creo que sea para tanto. Es igual, que sea lo que tenga que ser. Será. Seguramente es demasiado bonito para ser cierto, pero déjame que siga disfrutando de esto.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Me ahogo.

Con esto no pretendo escribir algo bello, algo amoroso, algo típico, por decirlo así. Necesito algún tipo de motivación, algo de ayuda, un impulso, pero no demasiado fuerte, porque podría caer. Y la encuentro aquí, es increíble como las palabras ayudan a sacar aquello que llevas tan dentro. 
Después de tres meses trabajando como nunca lo había hecho, ha llegado el spring final. La meta se ve cerca. Supongo que muchos estamos pasando por esto.
Poco a poco he ido viendo ilusiones desvanecidas a pesar de un gran esfuerzo, a pesar de sacar tiempo de donde no lo había, de no dormir por las noches, de nervios y más nervios. De miedo sobre todo. Quizá no salga todo como espere, no es bueno adelantar acontecimientos, no quiero decisiones precipitadas. Sólo puedo decir, que por una vez, estoy orgullosa de mí misma. En el fondo sé que todo lo que estoy buscando llegará, que dentro de un año y algunos meses, si todo sale bien, tendré lo que quiero. Esto me esta sirviendo para ver, que a partir de ahora, las decisiones que tome, son para mí, que lo que haga, repercutirá en el futuro. El futuro lo estoy escribiendo yo con lo que estoy haciendo ahora.
Y a pesar de miles de sacrificios que estoy teniendo que hacer, y que me están costando como a nadie, los seguiré haciendo, y hoy me he dado cuenta de que más. Porque en el fondo merece la pena. 
Aunque nada de lo que haga sea suficiente, pero yo intentaré llegar al máximo. Mis fuerzas ya se han visto agotadas y el cansancio me empieza a llamar, pero me da igual. Sé que puedo aguantar un poco más.
Ha llegado la hora de luchar por lo que uno quiere, por lo que necesita. Porque yo lo necesito, y para mí es suficiente.