jueves, 11 de agosto de 2011

Enajenación mental transitoria.


Ilusionarme y equivocarme. Las dos cosas van juntas, no hay una sin otra. Sentir mariposas en el estómago, búhos que me despierten de noche para pensar en ti, tropezar mil veces con la misma piedra, levantarme porque su mano esté ahí, mirarlo y no pensar en nada más. Eso es lo que quiero, no pensar. ¿Suena fácil? Que no hace falta que me digas que me quieres cada dos por tres, ni cada cuatro por diez, ni cada cinco por siete. Que alguien me hará volar de nuevo, me tiraré de las nubes, aterrizaré en unos brazos que no serán los tuyos. Perderé la cabeza: delirio y locura, dulces o amargos.Querer, querer y querer mil veces más. Que asalten mi ventana como si fuera un Romeo y yo su Julieta. Hacer de su cama nuestro París particular. Frenesí. Quiero reír por todo y por nada, que llorar ya lo hice bastante. ¿Sentir de nuevo? Lo único que sé es que no quiero perder de nuevo en tu juego.

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