martes, 29 de mayo de 2012

Hacerme fuerte.

Me doy cuenta del daño que esto puede generar. A veces exploto, y la onda expansiva llega demasiado lejos. Puede que ahora me duela, y que me cueste. Es como nadar contra la corriente. Inconscientemente sí necesito depender de ti, pero es que no quiero. Por mucho que te quiera, por mucho que esto sea real. Si la vida me ha enseñado algo, es a no dar el corazón a nadie. El mío ha andado ya por demasiadas papeleras. Nunca tuve que llevarlo a un hospital, las heridas curan si no se tocan. Alguna que otra vez, sí, las toco, para ver si fue real. Eso me ayuda a ser más fuerte. No creo que deba pedir perdón por ello, pero querido, las personas, son una jodida mierda. Incluso yo puedo incluirme dentro de ahí, y tú seas la excepción, pero es una de las veces en las que no me gustaría arriesgarme, aunque sé que lo haré. Lo sé porque sé que lo siento, pero tu mejor que nadie.

1 comentario:

  1. Vaya pedazo de texto. Parece todo gritado por mí. "Si la vida me ha ensañado algo, es a no dar el corazón a nadie."

    ResponderEliminar